La leyenda relata la historia de una pareja de enamorados que enfrentó la separación debido a una enfermedad devastadora, conocida como la lepra, que afectaba a la ciudad en los años 1929. La hija de una mujer del campo, que se había mudado para vivir con las Hermanas de la Caridad que cuidaban a los enfermos, conoció a un joven y se enamoraron profundamente. Durante dos años, se encontraban todas las tardes para conversar y compartir su amor.
Un día, justo antes de su encuentro habitual, ella se preparaba y se arreglaba las uñas cuando una de ellas se le cayó. Este incidente la alarmó profundamente, recordándole la enfermedad que padecía y temiendo contagiar a su amado, decidió no acudir a la cita. Sin embargo, salió a caminar y encontró un árbol que había crecido de manera horizontal. Desesperada por la situación y el sufrimiento causado por su enfermedad, decidió colgarse de ese árbol.
El joven, al percatarse de que su amada no había llegado a la cita, salió en su búsqueda y la encontró colgada del árbol. A pesar de sus esfuerzos por salvarla, llegó demasiado tarde y ella había fallecido. En su delantal, él descubrió una nota que explicaba la razón de su trágica decisión. Abatido por el dolor y la pérdida, el joven también decidió quitarse la vida colgándose con una soga cercana.
Desde entonces, aquel lugar ha sido conocido como el camino de los ahorcados, simbolizando el trágico destino de esta pareja que el amor y la epidemia les arrebató. La leyenda también menciona que la gente evitaba pasar por ese lugar por temor a encontrarse con los espíritus de los amantes, que se decía aparecían a medianoche, reflejando el dolor y la tragedia de su historia de amor interrumpida por la enfermedad y la muerte.
Introducción
La leyenda del Camino de los Ahorcados es una de las historias más fascinantes y escalofriantes de Loja, Ecuador. Este relato, envuelto en misterio y tragedia, ofrece una ventana a la rica tradición oral y cultural de la región.
Orígenes de la Leyenda
La leyenda del Camino de los Ahorcados se remonta a los tiempos en que la lepra era una enfermedad temida y mal comprendida. El viejo hospital de San Juan de Dios, ubicado en el extremo noroccidental de la ciudad, jugaba un papel central en esta historia. Desde el hospital, un camino se bifurcaba en dos direcciones: uno que subía al barrio El Pedestal y otro que conducía hacia Borja y Belén. Este segundo camino, conocido como el Camino de los Ahorcados, es donde se desarrolla nuestra leyenda.
La Trágica Historia de Ana María y Luis Felipe
Ana María, una joven enfermera, y Luis Felipe, un estudiante de derecho, se conocieron y se enamoraron mientras caminaban por este sendero. Su amor, aunque puro y casto, se vio truncado por la tragedia. Ana María contrajo lepra, una enfermedad incurable en esa época, y decidió quitarse la vida para evitar el sufrimiento a su amado. Dejó una nota en la que pedía perdón y explicaba su decisión. Al encontrarla, Luis Felipe, consumido por el dolor, también decidió terminar con su vida junto al cuerpo de Ana María.
Interpretaciones y Significado
El nombre del camino, según algunos historiadores y relatos populares, se debe a que en ese lugar se ejecutaba a personas condenadas a la horca. Otros sostienen que la leyenda de Ana María y Luis Felipe es lo que realmente dio origen al nombre del Camino de los Ahorcados. Esta dualidad en la interpretación refleja la riqueza de las leyendas y cómo se entrelazan con la historia y la cultura local.
Impacto Cultural
La leyenda del Camino de los Ahorcados es más que una simple historia de amor trágico; es un reflejo de la lucha contra enfermedades devastadoras y de la valentía de aquellos que vivieron en tiempos difíciles. Esta leyenda ha sido transmitida de generación en generación, manteniendo viva la memoria de los eventos y las personas que marcaron la historia de Loja.
