LA VIRGENCITA RETORNO AL CISNE EL 01 DE NOVIEMBRE
La Virgen de El Cisne, cariñosamente conocida como la “Churonita”, ha sido el centro de devoción y fe para miles de peregrinos a lo largo de los siglos. Cada año, su romería desde la parroquia de El Cisne hasta la ciudad de Loja es un evento que une corazones y comunidades, en una manifestación de amor y esperanza que traspasa generaciones. Este año, el recorrido de regreso de la Virgen a su santuario el 1 de noviembre se llena de emotividad, y se convierte en un momento especial para quienes la acompañan en su camino de retorno.
#ATENCIÓN | Después de más de dos meses en la ciudad de Loja, en exactamente 14 días, la imagen de la Virgen de El Cisne comenzará su trayecto de regreso. El plan de contingencia está listo, y tanto las actividades de despedida en Loja como las de recibimiento en Catamayo han sido organizadas para honrar a la “Churonita”.
La salida de la Virgen de Loja es mucho más que un simple evento religioso; es una despedida cargada de gratitud y recuerdos. Durante los más de dos meses que la Virgen pasa en la ciudad, se convierte en una presencia que consuela, inspira y bendice a todos los que la visitan. Para muchos, es un tiempo de renovación espiritual, de promesas cumplidas y de nuevos compromisos. La imagen de la Virgen ha sido testigo de plegarias silenciosas, de sonrisas de alegría y de lágrimas de esperanza, y es por eso que su regreso al santuario siempre deja un sentimiento de nostalgia y agradecimiento profundo.
El Padre William Arteaga, párroco de El Sagrario, indicó que las actividades de despedida comenzarán el jueves 31 de octubre a las 18h00 con una eucaristía campal. Luego, la Virgen, vestida de reina, realizará su último recorrido por las calles: Bernardo Valdivieso, 10 de Agosto, Bolívar, Mercadillo y, nuevamente por la Bernardo Valdivieso hasta llegar a la iglesia Catedral, donde está prevista una vigilia hasta la medianoche. Este año, el recorrido incluye la calle 10 de Agosto, como símbolo de la misma alegría con la que la Virgen fue recibida. Además, la Orquesta Sinfónica ofrecerá un concierto en la calle José Antonio Eguiguren, razón por la cual no se podrá transitar por esa vía.
El 31 de octubre, la ciudad de Loja se prepara para despedir a la Churonita con una misa campal que reúne a cientos de devotos, todos con el corazón henchido de emociones. Las luces de las velas que iluminan la eucaristía crean una atmósfera de paz, donde el sonido de los rezos colectivos parece elevarse al cielo. En ese instante, no existen diferencias; todos los presentes se sienten unidos por la misma fe. Es un momento que invita a la reflexión y que nos recuerda la importancia de mantenernos unidos, tanto en la alegría como en las dificultades.
El viernes 01 de noviembre, la eucaristía campal de despedida se celebrará a las 06h00, y a las 07h00 la Virgen comenzará su retorno. Antes de partir, Monseñor Walter Heras entregará la custodia de la imagen a la Policía Nacional, quienes son los custodios durante el trayecto. El recorrido iniciará por las calles Bernardo Valdivieso, José Antonio Eguiguren, 10 de Agosto, Bolívar, 18 de Noviembre y Eplicachima, para luego continuar por la avenida Eugenio Espejo y la vía antigua a Catamayo, cumpliendo así el primer tramo del viaje.
El recorrido de la Virgen desde Loja hasta Catamayo y, eventualmente, hasta El Cisne, también es un momento de renovación para los peregrinos. Cada paso que dan, cada kilómetro recorrido, simboliza una promesa, un agradecimiento o una petición de ayuda. Caminan no solo con los pies, sino con el alma, llevando en sus corazones sus propias historias y necesidades, pero también la esperanza de que la Virgen continúe guiándolos y protegiéndolos. A lo largo del trayecto, los devotos se encuentran con otros peregrinos, y en esos encuentros se comparte más que palabras: se comparte el mismo sentimiento de fe y devoción.
Para muchas familias, la romería es una tradición que ha pasado de generación en generación. Los niños caminan de la mano de sus padres y abuelos, aprendiendo desde pequeños el valor de la fe y de las promesas. Es emocionante ver cómo los más pequeños miran con admiración a la Churonita, sus ojos llenos de curiosidad y de una inocente devoción. Esta travesía no es solo un acto de religiosidad, sino también un testimonio vivo de la identidad cultural de los lojanos y de la profunda conexión que existe entre el pueblo y su Virgen.
El regreso de la Virgen al santuario de El Cisne es también un recordatorio de las raíces campesinas de la devoción. La imagen de la Virgen fue traída a Loja para pedir lluvias en tiempos de sequía, y esa historia está profundamente grabada en el corazón de quienes viven del campo. Este año, la Virgen lleva un vestido que simboliza a los campesinos, un homenaje a todos aquellos que, día a día, trabajan la tierra y enfrentan los desafíos del clima con esperanza y fe. Es un recordatorio de la razón por la que esta devoción comenzó y de la importancia de mantener vivos estos valores.
En el santuario, el recibimiento a la Virgen es siempre una gran celebración. Los habitantes de El Cisne preparan cada detalle para darle la bienvenida, decorando las calles y organizando eventos para honrar a su Reina. La emoción en el ambiente es palpable, y se pueden ver sonrisas y lágrimas en quienes finalmente vuelven a tenerla en su hogar. El sonido de los aplausos y los vítores llena el aire, mientras los devotos, muchos de ellos agotados pero felices, la acompañan hasta la basílica. Es un momento de renovación de la fe y de reafirmación de la unidad de la comunidad.
La romería de la Virgen de El Cisne es una de esas tradiciones que trascienden lo material, que van más allá de lo visible. Es un testimonio del poder de la fe, de cómo una comunidad puede unirse en torno a un símbolo que representa esperanza, protección y amor. Cada persona que participa en la romería, ya sea caminando junto a la Virgen o esperando su llegada en El Cisne, es parte de una historia que ha sido escrita con devoción durante siglos y que seguirá escribiéndose, mientras haya corazones llenos de fe que la mantengan viva.
