Introducción
Matilde Hidalgo de Procel, nacida el 29 de septiembre de 1889 en Loja, Ecuador, y fallecida el 20 de febrero de 1974 en Guayaquil, es considerada una figura trascendental en la historia de los derechos de las mujeres en América Latina. Su legado se forjó a través de múltiples hitos: fue la primera mujer en votar en el continente y la primera médica de Ecuador. Su vida y logros son un testimonio inspirador de su incansable lucha por la igualdad y la justicia social.
Desde muy joven, Matilde demostró un espíritu indomable y una determinación firme para superar las barreras de género que limitaban las oportunidades de las mujeres en su tiempo. A pesar de enfrentar numerosos obstáculos, se convirtió en la primera mujer en graduarse de la escuela secundaria en Ecuador, allanando el camino para su ingreso a la Universidad de Quito, donde se graduó como médica en 1919.
Su histórico voto en 1924 no solo marcó un hito en la historia de los derechos civiles en Ecuador, sino que también inspiró movimientos similares en otros países de América Latina. Matilde no se conformó con sus propios logros; utilizó su influencia para abogar por los derechos de las mujeres y promover cambios legislativos que mejoraran las condiciones de vida de las mujeres ecuatorianas.
El legado de Matilde Hidalgo de Procel sigue inspirando a generaciones a luchar por la igualdad de género y la justicia social. Su vida es un poderoso recordatorio de que el cambio es posible cuando se actúa con valentía y determinación. Su contribución a la sociedad ecuatoriana va más allá de sus logros individuales, ya que estableció un precedente y abrió puertas para que futuras generaciones pudieran alcanzar sus sueños y ejercer sus derechos en igualdad de condiciones.
Primeros Años y Educación
Matilde Hidalgo nació en una familia humilde, enfrentando muchas dificultades desde temprana edad. A pesar de las restricciones de su época, Matilde, con el apoyo de su hermano Antonio, logró inscribirse en el Colegio Bernardo Valdivieso, convirtiéndose en la primera mujer en Ecuador en graduarse de la escuela secundaria. Su determinación la llevó a estudiar medicina, aunque fue inicialmente rechazada por la Universidad Central de Quito debido a su género. No obstante, encontró apoyo en la Universidad de Cuenca, donde se graduó con honores en 1919, y posteriormente obtuvo su doctorado en medicina en 1921, convirtiéndose en la primera mujer médica de Ecuador.
Logros Profesionales y Políticos
Matilde Hidalgo de Procel no solo se destacó en el ámbito académico, sino también en la esfera política. En 1924, se convirtió en la primera mujer en América Latina en ejercer el derecho al voto, estableciendo un precedente histórico en la región. Este hito permitió que Ecuador fuera pionero en otorgar a las mujeres el derecho al sufragio en elecciones nacionales.
Su carrera política fue igualmente notable; fue la primera concejala y vicepresidenta del Consejo de Machala, así como la primera mujer en ser elegida para un puesto administrativo en Loja. En 1941, se convirtió en la primera mujer Diputada al Congreso de Ecuador, abriendo puertas para futuras generaciones de mujeres en la política.
Contribuciones a la Medicina y la Sociedad
Matilde Hidalgo ejerció la medicina en varias ciudades de Ecuador, incluyendo Guayaquil y Machala. Su práctica no solo se centró en brindar atención sanitaria, sino también en mejorar las condiciones de vida de sus pacientes, especialmente de las mujeres a quienes defendió con fervor.
Fue una incansable defensora de los derechos de las mujeres, participando activamente en diversas organizaciones médicas y sociales. Su compromiso con la causa feminista la llevó a involucrarse en movimientos que luchaban por la igualdad de género y los derechos humanos. A través de su trabajo, abogó por mejores condiciones laborales, educativas y sanitarias para las mujeres, contribuyendo significativamente al progreso social en Ecuador.
A lo largo de su vida, Matilde recibió numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio al Mérito Nacional y la Medalla de Servicios de la Cruz Roja Ecuatoriana, que son testimonio de su incansable esfuerzo y su impacto duradero en la sociedad ecuatoriana. Se convirtió en un símbolo de lucha y perseverancia, inspirando a futuras generaciones a continuar su trabajo por la igualdad y la justicia
Legado
Uno de los tributos más destacados a su memoria es el museo en Loja dedicado a su vida y obra. Este espacio no solo preserva sus contribuciones a la medicina y los derechos de las mujeres, sino que también educa a los visitantes sobre la importancia de su lucha por la igualdad. Su historia ha sido llevada a la pantalla en la película «Matilde, la dama del siglo», que narra su valiente trayectoria y sus innumerables logros.
A través de estos homenajes, Matilde Hidalgo de Procel sigue siendo una fuente de inspiración y un modelo a seguir para quienes luchan por la justicia social y la igualdad de género. Su legado no solo vive en los reconocimientos y monumentos, sino también en las vidas de aquellos que continúan su misión de promover la igualdad y los derechos humanos en Ecuador y más allá.
